La revelación efectuada por LA CAPITAL sobre la posición ideológica del párroco de Sierra de los Padres hizo hablar al Obispo. Ahora el cura cuestionador de Papa Francisco pidió perdón.
El cura párroco de Sierra de los Padres, Enrique Pío, publicó en las últimas horas una carta en la que lamentó las críticas efectuadas al Papa Francisco en relación a su postura en el caso de la detención de la activista política Milagro Sala.
“Un momento impulsivo, que no volverá a suceder”, aseguró el padre Enrique haber atravesado cuando hizo sus polémicas declaraciones que llevaron al Obispo de Mar del Plata, Antonio Marino, a refutarlas.
Vale recordar que el párroco señaló días atrás que a “los que mandan msj tratando de defender el gesto personal del Papa, afirmo que eso no representa a la Iglesia Católica”.
Aunque pueda entenderse esa frase como el producto de un lapsus o un rapto emotivo, el Facebook del padre Enrique Pío, a quien se lo conoce como el Cura Gaucho por su afición a las tradiciones, muestra varios de estos momentos, como cuando pide “devolver el orden en la convivencia social que fue despreciado durante 12 años, no permitir nunca más a los delicuentes seudo agrupaciones chorras sociales de estorcionar la sociedad (sic)”. O cuando apoya a al boxeador Manny Pacquiao por sus dichos contra la homosexualidad.
La carta
La carta subida a la misma página de Facebook por la cual hizo las polémicas declaraciones dice textualmente:
“Estimada comunidad,
Lamento enormemente cualquier molestia causado a la Iglesia por expresar de forma incorrecta el alcance de las iniciativas del santo Padre el Papa Francisco, sucesor de Pedro quien por mandato de Cristo guía la barca de la Iglesia, el Pueblo de Dios en su camino hacia Cristo. En un contexto social de un intercambio tenso de las ideas fue erróneo en su contenido lo volcado en unos comentarios que no hace reflejo de la realidad.
Pensándolo con tranquilidad a la luz de la Palabra de Dios, es con certeza la verdad que me propongo transmitir el anuncio del Evangelio de Jesús Cristo, que en comunión con el Santo Padre y Mons. Antonio Marino he prometido consagrar mi vida en el ministerio presbiteral.
Un momento impulsivo, que no volverá a suceder, y que recibo en el alma el pedido del Santo padre de trabajar por la paz y unidad del Pueblo Argentino, pido perdón a todos y cada institución que conforma nuestra sociedad, a la Iglesia Católica Romana, a nuestra diócesis y ciudad de Mar del Plata
Tenemos entre todos la responsabilidad de ayudarnos a cuidar el tejido social repudiando y luchando de forma contundente contra toda forma de violencia que atente contra la integridad de las personas. Ayudarnos llamando la atención como lo fue en mi caso, por unas apreciaciones apresuradas, infundadas e incorrectas.
reitero mi perdón al Santo Padre, a Mons. Antonio Marino, mis hermanos sacerdotes y comunidades de la iglesia, a la ciudad de mar del plata, un profundo arrepentimiento por lo sucedido”.
También LA CAPITAL reveló que el padre Enrique practica artes marciales y es amigo de Carlos Pampillón, referente de la ultraderecha local y acusado por delitos de ataques discriminatorios.